El collage cubista en el marco de la entrada de Portugal en la Gran Guerra: “Entrada” (1917) de Amadeo de Souza-Cardoso

Joana Cunha Leal
Universidade Nova de Lisboa

Texto adaptado y traducido por Emilio Quintana a partir de un estudio publicado en inglés por la autora: "Trapped bugs, rotten fruits and faked collages: Amadeo Souza Cardoso's troublesome modernism". Konsthistorisk tidskrift/Journal of Art History, 82 (2) 2013, 99-114

Cardoso01Amadeo de Souza-Cardoso, sin título [Entrada], c. 1917 (Col. CAM/Calouste Gulbekian Foundation, Lisboa)

Aunque se trata de un hecho completamente desconocido, la obra Entrada (c. 1917), del pintor portugués Amadeo de Souza-Cardoso (1887-1918) mezcla y suporpone diversos signos que pueden ser leídos de forma contextual en relación con la entrada de Portugal y de los Estados Unidos en la Gran Guerra 1.

Por ejemplo, la palabra «entrada» -en referencia a la entrada de Portugal en la guerra-, aparece escrita en el lienzo, así como una clara alusión al trágico hundimiento del Lusitania, a causa de un torpedo lanzado por un submarino alemán (1915).

El cuadro nos muestra la torre y el periscopio de un submarino U-boat con los colores de Alemania y Austria, justamente encima de la palabra «entrada». Ambos están enmarcados por la luz de un foco que brota desde el centro de la composición. La presencia de unas guitarras y de unas piezas de violín nos sugiere la existencia de un espacio interior, iluminado por una lámpara eléctrica Wotan 2 y separado de una oscuridad, aparentemente nocturna, por unas líneas horizontales de color dorado (estas líneas son también las cuerdas de una guitarra que tiene como agujero de resonancia un espejo). En la parte superior izquierda encontramos un falso «papier collé», decorado con una flor gigantesca, que puede muy bien formar parte del mismo ambiente de interior.

La obra incorpora referencias a un conocido episodio relacionado con la guerra y el mundo artístico lusitano: la sorprendente acusación de espionaje contra la pintora de vanguardia Sonia Delaunay (un episodio en el que Souza-Cardoso estuvo muy implicado, ya que fue el máximo responsable del asesoramiento legal de Sonia, ya que su marido Robert Delaunay se encontraba en España) 3.

delaunay [Artículo publicado en un periódico no identificado de Oporto en abril de 1916 sobre el presunto espionaje de Sonia Delaunay, así como su encarcelamiento] 4

Este chusco espisodio data de abril de 1916, cuando un acusador anónimo aseguró, a cambio de 3.000 francos, que Sonia Delaunay estaba mandando mensajes encriptados a los subamarinos alemanes situados en en el Atlántico, utilizando al efecto sus discos de color «simultaneistas». Estos discos de color supuestamente «codificados» están presentes en el lienzo, mientras que los números que aparecen la parte superior del lienzo parecen aludir a la cantidad de dinero cobrada por el denunciante de Sonia Delaunay.

Si nos fijamos de nuevo en el foco central de luz, vemos que su fuente de origen es el perfil del trastlántico Lusitania. El barco es fácilmente identificable, tanto por los colores de la bandera nacional portuguesa, pintada sobre un rectángulo de cristal encolado 5, como por la presencia de sus cuatro imponentes chimeneas (dos de ellas pintadas, las otras dos sugeridas por el número «2»).

En este sentido, el cuadro de Souza-Cardoso captura fragmentariamente los principales acontecimienrtos del momento, es decir, nos cuenta una historia relacionada con la actualidad de la guerra. El autor explota su potencial narrativo y representativo, a través de una figuración no secuencial ni ilusionista. Con todo, las referencias que hemos detallado a acontecimientos concretos de la época, no hacen que Entrada se convierta en una simple sinécdoque, sino en una composición fragmentada de signos figurativos.

Entrada es un cuadro ambicioso. La posición del pintor portugués parte de una posición irónica hacia ciertos debates que estaban teniendo lugar en el mundo artístico de vanguardia, que consideraba como demasiado propenso a la adhesión devota de carácter sectario.

La aparición de los circulos de color de los Delaunay, puede ser tomada aquí como un signo de la posición de Souza-Cardoso ante la función meramente decorativa de una propuesta que aspiraba a cierta pureza plástica original, habiendo caído en el terreno de la alegoría terrenal más humorística, al ser denunciados como signos codificados destinados al espionaje. De esta forma, Souza-Cardoso se distancia -de forma voluntaria y consciente- del proyecto de búsqueda de la pintura pura de los Delaunay, mucho antes incluso de que se fuera al traste el programa de exposiciones de la Corporation Nouvelle.

Hay dos aspectos que refuerzan esta interpretación en el caso de Entrada. Por una parte, no sólo se alude irónicamente a la interpretación «vulgar» de los discos de color de Robert y Sonia Delaunay como mensajes encriptados con fines de espionaje, sino que, si nos fijamos un poco, dos de los discos se presentan en el lienzo como trampas para atrapar insectos y moscas. Esta conversión de los discos de color en telerañas con insectos es un torpedo en la línea de flotación del proyecto pictórico de la pareja.

Pero la crítica de Souza -Cardoso va mucho más lejos, ya que impugna directamente la técnica cubista del «collage». En Entrada, como en otras obras de este periodo, se apuesta por la pintura hecha con pintura, al modo tradicional. Souza-Cardoso está de acuerdo en la ampliación de las recursos plásticos «collés» (hay papeles, cristales, y todo tipo de pequeños objetos pegados en sus lienzos); sin embargo, manifiesta su desagrado ante lo que considera un abuso de los «papiers collés» en la pintura cubista y futurista. Esta posición lo lleva a usar sistemáticamente falsos collages en las obras de 1916 y 1917, es decir, que sus papeles pegados están, en realidad, pintados. En el caso de este lienzo, ya hemos hecho alusión al falso papel pegado con una gran flor, que aparece en la esquina superior izquierda, y lo mismo pasa con las cerillas que se ven en la parte baja de la obra. Esta posición crítica del pintor portugués parece entrar en conflicto con uno de los aspectos más disruptivos del cubismo. Sin embargo, lo que hace Souza-Cardoso es poner el énfasis en las posibilidades del medio, es decir, que su práctica crítica supone una expansión de sus posibilidades poniendo en evidencia sus límites.

No estamos, por lo tanto, ante una actitud conservadora, sino ante una posición irónica desde dentro, que aspira a ir más allá de la estricta observancia del medio. Así lo indican las referencias directas a los «papiers collés» que aparecen en obras de Picasso como Bodegón con violín y fruta (1913).

En definitiva, estamos ante una propuesta original y compleja que viene de la supuesta «periferia» artística del momento. Souza-Cardoso no se deja llevar por los prejuicios de la vanguardia de la época. No renuncia a los elementos narrativos del arte -en este caso, relacionados con la Gran Guerra-, del mismo modo que pone en cuestión determinadas técnicas, en favor del uso de texturas en las que el color adquiere densidad, más allá de cierto planismo «decorativo». Su reflexión sobre el papel de la superficie pictórica en el entorno del medio cubista, considerada como algo más que un simple «estilo», aporta nuevos temas de debate sobre las formas de representación pictórica.

NOTAS

  1. Sobre los efectos de la Gran Guerra en el medio artístico europeo, cf. Kenneth Silver: Esprit de Corps: the Art of the Parisian Avant-Garde and the First War World, 1914-1925. Princeton University Press and Thames and Hudson, 1989; Marjorie Perloff: The Futurist Moment: Avant-Garde, Avant Guerre, and the Language of Rupture. Chicago, The University of Chicago Press, 1986; J. Arnaldo: ¡1914! La Vanguardia y la Gran Guerra. Madrid, Museo Thyssen-Bornemisza, 2008.
  2. Souza-Cardoso tenía un catálogo de la casa de lámparas Wotan, del que sacó esta imagen, que también aparece en otro lienzo de 1917: Máquina registradora (Col. CAM/Calouste Gulbekian Foundation, Lisboa)
  3. El «affaire Delaunay» puede seguirse en su integridad gracias a la correspondencia entre Aamadeo de Souza-Cardoso y Robert Delaunay, que se encuentra publicada en el libro de P. Ferreira, Correspondance de quatre artistes portugais (…) avec Robert et Sonia Delaunay. Paris: PUF, 1972, pp. 52-54. Destaca especialmente la carta de Souza-Cardoso a Delaunay de 14 de abril de 1916, recogida en las páginas 123-124 de dicha obra:

    A. de Souza-Cardoso
    à Sonia Delaunay,
    Vigo

    Porto
    Vendredi 14 avril 1916

    Cher Ami,
    Depuis huit jours, je suis à Porto, ayant été appelé télégraphiquement par votre Dame qui, venant de Vila do Conde, s’était preséntée au Consulat pour qu’on lui délivre un passeport, ayant été ignoblement traitée par les gens du Consulat qui, sans droit, se sont refusés à lui délivrer les papiers nécessaires, la soupçonnant d’espionnage et lui faisant toutes sortes de complications. Le Consulat de France a fait marcher la police, qui a arrêté Béatrice et Vianna et a saisi la malle éxpediée de Madame, ainsi que tous les papiers, lettres, albums, etc., que Madame avait dans sa chambre à l’hôtel. N’ayant rien trouvé de compromettant dans la malle, ayant interrogé Béatrice et Vianna, et ayant fouillé toutes ses choses sans que rien ne la compromette, on les a remis en liberté, et maintenant la police cherche le malveillant dénonciateur. Quant à la correspondance, que le Consul avec la police ont prise à Madame, c’est encore une ignoble infamie, car on fouille et on lit depuis trois jours sans que Madame soit présente. C’est en dehors de toute loi, c’est un abus, un crime: ils ne peuvent pas faire ça sans que Madame soit présente, avec un témoin impartial au moins.

    Comme je vous l’ai dit, la police de Porto n’ayant rien trouvé contre Madame, cherche maintenant le dénonciateur, et Madame, de son côté, a un avocat qui va s’en occuper. Comme vous voyez, on a voulu la nouer avec trente-six mille ficelles, mais comme tout était faux et qu’on leur a tenu tête, ils n’ont pu aboutir et ils n’aboutiront pas à ce qu’ils voulaient (ces gens-là du Consulat, et peut-être d’autres).

    Donc, soyez tranquille. Madame se porte bien, elle est à l’hotel et ne vous écrit pas parce qu’il vaut mieux ne pas le faire. Cette affaire durera encore une semaine peut-être, car il faut continuer encore avec son avocat aussitôt qu’on saura qui a fait la fausse et ignoble accusation.

    J’ai envoye un paquet de journaux où on en parle.

    L’argent vous est parvenu? Il vous en arrivera encore. Soyez tranquille. Tout finira bien, la verite et la raison sont très puissantes. Tout Porto est au courant de ce cas, et Lisbonne aussi. Après, vous ferez des expositions artistiques, et le succès sera d’autant plus grand.

    Madame se porte bien ; elle n’est pas seule ; on s’y intéresse beaucoup. Je lui fais beaucoup de compagnie. Elle ira vous rejoindre aussitôt finies ces histoires. Donc, attendez-la. Donnez-moi de vos nouvelles à mon adresse À Manhufe. Donnez des nouvelles de Charlot, et soyez tranquille.

    Amitiés.
    SOUZA-CARDOZO

  4. P. Ferreira, Correspondance de quatre artistes portugais (…) avec Robert et Sonia Delaunay. – Paris: PUF, 1972)
  5. «Lusitania» era el nombre de la provincia romana que se corresponde actualmente con Portugal.